Lo prometido es deuda, a continuación la segunda parte de los Trastornos de la Personalidad:
- Narcisista: Comportamiento o fantasía de grandiosidad, lo que se manifiesta en la falta de empatía, necesidad de sentirse admirado, incapacidad de ver otros puntos de vista e hipersensibilidad a las opiniones externas. José Luis Cuevas es un típico ejemplo, y tambien lo son Hugo Chávez, Fidel Castro y Francisco Franco; de hecho, todos los dictadores son grandes narcisistas.
El siguente es un video que explica mas detalladamente este trastorno:
- Obsesivo compulsivo: Se caracteriza por un sentido de perfeccionismo, inflexibilidad, preocupación y ansiedad, cuando no tiene el control absoluto en su entorno, tanto el pensamiento como en la acción. Aquí podrían mencionarse algunos obsesivos-compulsivos como Adrián Monk, el de la serie Monk; Jack Nicholson como Melvin Udall en As good as a it gets (1997); Jerry Seinfeld, Montgomery Burns y, de la vida real, Howard Hughes.
Aqui les dejo un video que explica y da ejemplos acerca del TOC:
- Paranoide: Desconfianza excesiva hacia los demás que llega, incluso, a la creencia de daño, explotación, engaño, traición, intenciones ocultas y rencor de otras personas hacia uno mismo sin razón lógica observable. Jaime Maussan y Pedro Ferriz podrían ser personalidades con paranoia; pero con seguridad lo son los personaje de Ralph Finnes en Spider (2002) y Trevor Reznik, interpretado por Christian Bale en El maquinista (2004).
El siguiente es un video que contiene los crietrios diagnostico para este trastorno:
- Esquizoide: Se caracteriza principalmente porque tiene una respuesta emocional limitada y le cuesta trabajo tanto experimentar emociones como expresarlas. Esto se manifiesta, entre otras cosas, en indiferencia a las relaciones sociales. Albert Einstein, Bobby Fischer –el campeón de ajedrez- y muchos otros científicos locos, entre ellos Bill Gates, son buenos ejemplos.
El siguiente es un video con las criterios diagnosticos para el Trastorno de la personalidad esquizoide seg[un el DSM-IV:
- Esquizopático: Tiene creencias peculiares y es extravagante tanto en la apariencia como en el comportamiento, el estilo de vida y el pensamiento. Aquí mencionare a Michael Jackson –confieso que fue difícil ubicarlo en uno solo- , Woody Allen y Oscar Wilde.
Aqui un ejemplo de este trastorno, un poco exagerado, pero se acerca a la realidad:
En un estudio reciente, Sam Vaknin (Malignant Self-love: Narcissism Revisted, 2005) propone que las personas con trastornos de la personalidad muestran algunos comportamientos comunes, independientemente de sus manifestaciones o tipos particulares. Algunas de estas características son:
- Egoísmo y falta de empatía: pensamiento dirigido a solo las necesidades personales: <<yo primero, yo al último>>.
- Falta de responsabilidad: siempre creen ser víctimas de otros, de la sociedad y del universo.
- Infelicidad: depresión o ansiedad causada por el trastorno.
- Inestabilidad social: intentan influir en el mundo externo para cubrir necesidades.
Las opiniones dentro de la psiquiatría y psicología –y todos los modelos terapéuticos que pueden existir- están divididos respecto a la posibilidad de curar estos trastornos. Se cree que los psicofármacos y los procesos terapéuticos pueden resultar positivos e influir en el patrón de conducta y control del individuo sobre este; sin embargo, su eficacia no está garantizada. La “curación”, además, puede depender en buena medida del compromiso de la persona por tener una mejor calidad de vida y procurársela a las personas más cercanas.
Tambien se debe entender que no sería sano hablar de los trastornos de la personalidad sin hablar de la salud mental. Y este concepto –que puede ser muy polémico- nos lleva al otro extremo de la cuerda: ¿Qué sería la locura sin la cordura?
Deacuerdo con el Instituto para la Terapia Individual y Familiar de Maryland (The characteristics of emotional maturity), la madurez emocional consiste en tener la habilidad para:
- Experimentar, entender y expresar sentimientos profundos y necesidades de manera constructiva. Tolerar sentimientos intensos y procurar un contexto para expresarlos. Esto es lo opuesto de lo que se conoce como Acting out.
- Actuar y reaccionar mediante los eventos de la vida con inteligencia, sentido común y sabiduría. Esto es lo opuesto a la actuación impulsiva e irresponsable.
- Reconocer, mostrar empatía y respetar los sentimientos y necesidades de los demás. Esto es lo opuesto al egoísmo y a centrar la atención exclusivamente en las necesidades personales.
- Retrasar la satisfacción inmediata de nuestras necesidades. Esto es lo opuesto a la satisfacción inmediata de impulsos sin entender las consecuencias.
- Amar y visualizar las necesidades, sentimientos, seguridad y supervivencia del otro como los propios.
- Ser flexible y creativo en las etapas del cambio de la vida. Esto es lo opuesto a reaccionar rígidamente o inapropiadamente a los cambios naturales o sorpresivos.
- Canalizar nuestra energía –positiva y negativa- a cosas constructivas en las diferentes áreas de la vida.
- Hacernos responsables de nuestras decisiones, aprender de los errores y experiencias. Esto es lo opuesto a culpar a otros y tener sentimientos y actitudes de víctima.
- Relacionarnos con los demás en términos de respeto e independencia. Mantener vínculos permanentes de amistad o amor. Es decir, lo contrario a la dependencia y el control sobre los otros.
Únicamente tendríamos que pensar, querido lector, ¿de qué lado estamos la mayor parte del tiempo?
Fuente: Revista Algarabía núm. 42.Rodriguez, K. Trastornos de la personalidad.
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